2ª Temporada
Aunque nadie puede volver atrás y hacer un
nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer
un nuevo final. Lo mejor es siempre ser honesto con uno mismo porque mi
conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.
Si luchas, puedes perder. Si no luchas,
estás perdido.
La vida pasa y se lleva parte de nuestra
historia, pero nunca se llevará nuestros buenos recuerdos.
Cada
historia tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo
- ¡Vamos, ______! Abre los ojos. –dijo Diana impaciente.
- ¡Wow! Gracias, es genial… ¿Qué es? –pregunté al encontrarme con dos papeles
frente a mi cara.
- ¡Son dos pasajes para nuestras vacaciones de Navidad!
- ¿En serio? –sonreí -¿A dónde nos vamos?
- A un lugar muy especial. Te encantará.
- Espero que sí… -mi hermana me arrancó los papeles de las manos y los
guardó. No quería que viera el destino de nuestro viaje. Me dirigí a la cocina,
donde estaban mis padres, y tomé un pequeño trozo de pastel de chocolate.
- ¿Te ha gustado la sorpresa? –preguntó mi padre, pero al verme se quedó
estupefacto. Al igual que mi madre.
- Claro… me hace mucha ilusión viajar de nuevo.
- ¿¡Qué te has hecho en el pelo!? –Preguntó ella al borde de un ataque de
pánico.
- Solo he cambiado mi look. ¿Tan mal me veo? –mi madre se limitó a
contar hasta diez y respiró hondo. Luego sonrió como si nada. Las dos estábamos
intentando controlar nuestros arrebatos y hasta ahora nos iba bien.
- Lástima que sea solo por tres semanas –continuó Jack con la conversación
que teníamos antes de ver mi aspecto.
- Por eso te lo compensaré –añadió mamá. -¡Nos iremos de compras!
- Mamá, sabes que odi… -no me dio tiempo a terminar la frase. Ya me había
echado de la cocina.
- Anda hija, ve a arreglarte.
- Que divertido –dije con ironía.
Hoy cumplía 18 años y además 13 meses de haber llegado a Nueva York. Aún no
habíamos tenido la visita prometida de la tía Melisa. Cero noticias de Daniela,
cero noticias de María y, por supuesto, cero noticias de los chicos. Aunque
sabía que era lo mejor, los echaba de menos y no podía evitar que me doliera al
pensar que se habían olvidado de nosotras. Por eso prefería no tener ningún
contacto con las redes sociales. Tenía en mente hacer algún cambio en mi vida
desde que llegué de Londres. Pero mi madre, siendo como es, nunca me hubiera
permitido hacer nada. Por eso esperé hasta el día de hoy y yo misma realicé mi
cambio de imagen. Diana se negó totalmente a ayudarme, desde su punto de vista,
el rubio no me quedaría bien…
El invierno era bastante notable en la zona donde vivíamos, por eso escogí
algo abrigado.
Bajé a la sala, donde mi madre me esperaba, y salimos de la casa para
pasar un día “madre e hija”.
...
Venga ______, llegaremos tarde por tu culpa.
- ¡Espera! Enseguida bajo. –el taxi nos esperaba en la puerta, diana estaba
tratando de subir su maleta, pero al ver que no podía, llamó a mi padre para
que la ayudase.
- Hija, recuerda todas las precauciones que te he dado.
- Claro, mamá. Soy una buena chica ¿recuerdas?
- Eso espero. Que tengáis un buen viaje –me besó la mejilla –nos veremos
dentro de unos días. –olvidé mencionar que mis padres irían también a Londres,
solo que unos días más tardes, por no sé qué compromiso…
Subí mi maleta y luego
me adentré yo en el taxi con rumbo al aeropuerto.
Por suerte para mí,
Diana era lo suficiente madura como para no estar hablándome constantemente de
sus ídolos durante todo el viaje. Aunque de alguna forma, echaba de menos esa
etapa de nuestras vidas. Habían pasado muchas cosas desde mi regreso. Estaba
estudiando fotografía en Nueva York, ya que por motivos de trabajo, mis padres
decidieron formar nuestro hogar en este lugar. Al final, y con mucho esfuerzo,
la amnesia de Diana se esfumó casi por completo. La relación con mi madre era
bastante buena y Jack no tardó mucho en amoldarse a nuestras vidas. Todo había
mejorado, aunque claro, aún faltaba algo. Y ese algo estaba en Londres.
Diana ya estaba dormida,
pero yo no conseguía conciliar el sueño. Estos aviones me ponían muy nerviosa.
Una azafata se acercó hasta mí.
- ¿Necesitas algo?
- ¿Podrías traerme alguna revista? –no precisamente para leerla, lo que
quería era aire. Ya que el artificial no funcionaba bien.
- Claro. –no tardó mucho en irse y volver con mi revista. –aquí tienes.
- Gracias. –La cogí. Me fue imposible no quedarme mirando la foto de la
portada. Una chica morena, pelo largo y castaño, de ojos azules y mirada
penetrante, se encontraba posando junto a una manada de cachorros. –No me lo
puedo creer. –lo dije tan alto como para que mi hermana se despertase e imitara
mi acto.
- ¿Esa es Daniela? –dijo asombrada. –Ha cambiado tanto…
- Ha triunfado. Me alegro mucho por ella, era lo que quería. –el avión
comenzó a descender y a mí cada vez me faltaba más el aire. Por suerte, todo
acabó antes de que le vomitara a Diana encima.
Salí corriendo, como
muchas otras veces, al baño e hice lo que tenía que hacer. Fuera se encontraba
Diana con el equipaje. Entonces algo en mi mente comenzó a calcular todo el
lugar. Algo cambiado por el paso del tiempo, pero imposible de olvidar. La
gente de aquí para allá con sus maletas, las bienvenidas y despedidas…
- ¡No puedo creer que me hayas traído a este lugar otra vez!
- ¡Es genial! –exclamó ilusionada.
- ¿Y dónde nos quedaremos?
- En casa de tía Melisa, le daremos una sorpresa.
Pedimos un taxi y pusimos rumbo a aquel pequeño apartamento donde vivía tía
Melisa. En realidad todo estaba bastante cambiado desde la última vez.
- ¡Sorpresa! –gritamos mi hermana y yo a coro al ver que abrían la puerta,
pero una mueca de desprecio se dibujó en mi cara al ver a la persona que se
encontraba detrás de esta.
- ¡Pero mírate, mojigata! Parece que el paso del tiempo te ha sentado muy
bien –dijo con esa horrible voz de pito. –Podría decir que ahora la mal teñida
no soy yo. –solo escuché un “te lo dije” de parte de Diana.
- Siento no poder decir lo mismo. Y, bueno, que te puedo decir… supongo que a
algunas nos queda mejor que a otras. –respondí
indiferente. La verdad es que Marta estaba muy cambiada. Había transformado su look de rubia mal teñida. Ahora llevaba el pelo
oscuro. Estaba más baja que yo y al parecer su carácter era el mismo. –si no te
importa, queremos pasar. –ella se apartó con desgana y se fue a su casa.
- ¿Así que ella es, o era, la famosa mal teñida? –dijo mi hermana sonriendo.
Le iba a responder pero un grito ahogado proveniente de la tía Melisa me
impidió hacerlo.
- ¡No me lo puedo creer! ¿Qué hacéis aquí? Diana, cariño, ¿Cómo estás? –dijo
abrazándola. -Dios santo, hace tanto tiempo que no te veo sonreír… y tú ______,
¡mírate! –tomó mis manos -Estás tan cambiada… ¿Qué has hecho con tu pelo? creo
que ese viaje te ha sentado muy bien. ¿A qué se debe semejante sorpresa?
- Bueno, estamos de vacaciones y pensé que sería buena idea venir a verte,
¿no te ha gustado la sorpresa? –preguntó Diana.
- Claro que sí, cariño, me ha encantado. ¿Cuánto tiempo os quedaréis?
- Tres semanas, es el tiempo que tenemos libre. ¿de verdad que no te importa?
–esta vez hablé yo. –No sabía que vendríamos, te hubiera llamado…
- He dicho que no. Siempre es un placer ver gente joven por aquí.
- Y hablando de gente joven, ¿Qué hacía Marta aquí?
- Ha venido a por algo que su madre se dejó olvidado. Pobre mujer, tiene la
cabeza en cualquier sitio…
- Bueno, tía, muchas gracias por dejar que nos quedemos. Ahora si no te
importa, vamos a descansar.
- Claro, hija, todo está tal cual lo dejaste –sonrió.
____________________________________________________________________________________
Holaaaaaaaaaa sweeties
:) Creo que no hace falta que comente nada,
pues ya os habréis dado cuenta de la sorpresa. Aunque aún así, lo voy a hacer
xD Yo tampoco tenía ganas de que la novela se terminase, por eso mi cabeza
estuvo pensando días y noches sobre lo que podía hacer y nuevas historias de
los personajes para crear una segunda temporada!! Tengo que decir que me costó
bastante pero al final lo logré y aquí estoy, escribiendo la segunda temporada
de mi primera novela publicada. Aunque claro, hay algunos inconvenientes: La
primera temporada iba a durar más, mi idea principal era hacer un epílogo y
terminarla. Pero si quería hacer una segunda temporada, tenía que robar
capítulos de la primera para que quedara decente. Y ese fue el inconveniente
para no dar la sorpresa el 21, si seguía subiendo no tendría un buen comienzo
para esta nueva historia. Espero que os guste y esas cosas Jajaja Ah! No se me
olvide: quiero comentarios :P