Music

Opinión sobre la novela

sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo 2, 2ª T.





Odiaba el clima de Londres. Pero la lluvia no era un impedimento para mí.

Diana estaba esperándome en la puerta. Íbamos a dar una vuelta por las húmedas calles. El frío era algo insoportable, así que decidimos entrar al mismo centro comercial que me llamó a gritos hace algo más de un año. Por supuesto, esa extraña atracción hacia los centros comerciales seguía vigente en mi interior. Había bastante gente, normal, era sábado. Pasamos por unos cuantos kioscos y en la mayoría de las revistas aparecía Daniela en las portadas. ¿Tan famosa era?
-          Quiero ver qué pasa, ¿nos acercamos? –preguntó Diana caminando hacia un montón de chicas que gritaban como locas.
-          Claro. Puede que los que estén ahí sean Niall, Harry, Zayn, Liam y Louis. –dije sarcásticamente. Aunque Diana no me oyó, ella se encontraba ya preguntándole a una chica el porqué de tanto jaleo. La gente comenzaba a amontonarse a mí alrededor y había perdido a mi hermana de vista. Entonces alguien me empujo, causando que me chocara de espaldas con otra persona.
-          ¡Lo siento! –dije levantándome.
-          Ha sido mi culpa, no miraba por donde caminaba. –entonces fue cuando levanté la vista y pude observar a esa chica rubia, de ojos grises y con adorables pecas que adornaban sus mejillas. Aquella chica que una vez encontré desesperada en el aeropuerto se encontraba delante de mí en ese mismo instante.
-          ¿¡María!?
-          ¿¡______!? –abrió los ojos como platos y su mandíbula no se cayó porque estaba sujeta.
-          ¡Eh, ______! –Me di la vuelta y esbocé una sonrisa al ver a la persona que acompañaba a mi hermana…

Increíble. Nuestro segundo día en Londres, y ya nos habíamos reencontrado con dos grandes amigas.
-          Sigo interesada en saber porque había tanto alboroto en el centro comercial. –dije antes de beber un sorbo de mi frapuccino. Nos encontrábamos en un Starbucks cercano charlando después del reencuentro.
-          Bueno –habló Daniela – ¿Recuerdas mi viaje a Milán? Cuando regresé tuve más ofertas de trabajo en otros países. Comencé a diseñar mi propia línea de ropa y… creo que a la gente le gusta. –respondió ella con modestia. –La madrastra de María es mi representante y ellas me acompañan a todos los lugares a los que voy.
-          Es genial, Daniela. Te dije que lo lograrías –ella esbozó una sonrisa.
-          ¿Y tú? ¿Qué te traes entre manos?
-          Bueno, terminé los estudios en Nueva York y este año comencé a estudiar fotografía. Ahora vivimos allí. Estoy muy contenta, al parecer mi vida dio un giro de 360º desde mi partida de Londres.
-          Estoy orgullosa de ti. Pero desde que te fuiste las cosas cambiaron… ya no es lo mismo.
-          Pensé que os habíais olvidado de mí…
-          Eso es imposible. Nos hacías mucha falta… las dos. –dijo mirando a Diana, que en aquel momento estaba distraída con María.
-          Y ¿Qué hay de… los chicos?
-          Ellos también cambiaron… no son los mismos y eso a veces me entristece. Hace bastante tiempo que no nos vemos. Desde que comenzaron a trabajar con sus nuevas canciones… me parece extraño que no oyeras hablar de ellos, son reconocidos internacionalmente. Y… también hay otra clase de novedades.
-          Bueno, estuve algo alejada de los medios de comunicación durante este tiempo. Me gustaría volver a verlos.
-          Seguro que ellos también. Sobre todo uno de los cinco… -sabía perfectamente a quién se refería –creo que a Harry le afectó más que a nadie tu partida.
-          Pensé que lo mejor era irme. En ese momento me sentía como una carga… es decir, el problema de mi hermana, luego lo de Marta… todo eso me superó y no quería molestar a los demás.
-          ¿Marta? ¿Quién es?
-          ¿No te hablaron de Marta?
-          No. ¿Es una amiga?
-          Já. Es una –hice gestos de estrangulamiento con mis manos y Daniela se dio cuenta de mi odio hacia aquella arpía. –Me engañó. Se hizo pasar por mi amiga para acercarse a los chicos y un día pillé a su  secuaz besando a Harry. Esa fue una de las razones por las que me fui. Es mi vecina.
-          Wow. Es muy fuerte. Cuando quieras le damos un susto –ambas reímos. –aunque no dudo que tú le hayas dado su merecido ya.
-          Haces bien en no dudarlo.
-          Oye, no he mencionado nada sobre tu cambio de look. El rubio te sientan de muerte, ¡Estás genial!
-          Gracias –reí –te creo solo porque sabes más que yo sobre moda. Aunque tú tampoco te quedas atrás ¡mírate! Los años no pasan por ti.
-          ¡No seas tonta! Empiezo a tener arrugas –hizo un puchero y luego ambas reímos. –por cierto, chicas –dijo atrayendo la atención de María y Diana. –este sábado organizo una fiesta en mi casa, ya que mis padres no están. Os ordeno que vengáis. Es a las ocho.
-          No hay problema –contestó mi hermana emocionada -¿verdad, ______?
-          Por supuesto, allí estaremos.
-          Me alegra saberlo –sonrió ¿maliciosamente? –es un evento de máscaras. Nadie os puede reconocer.
-          ¡Qué emocionante! –exclamó Diana.



-          Diana, ¿puedes darte prisa? Faltan cinco minutos para las ocho.
-          ¡Voy! –en pocos segundos la vi salir del baño. Mi hermana siempre tardaba en arreglarse, pero podría decirse que la espera valía la pena. Y vaya si era cierto, estaba realmente estupenda.

-          ¿No deberías taparte un poco? –pregunté al ver que no llevaba abrigo.
-          ¿Y perder el glamur? Jamás. –dijo firme.
-          No te prepararé sopa cuando estés en la cama con hipotermia. –tomé mi abrigo negro, las llaves y salimos de casa.
-          A diferencia de ti, te diré que luces genial. Incluso tu horrible pelo se ve bien.

-          Quizás me replantee lo de la sopa –sonreí.
La tía Melisa trabajaba en la zona de urgencias de un hospital desde hacía seis meses. Por suerte para nosotras, le tocaba turno de noche y podíamos ir a la fiesta de Daniela sin problemas. Pedimos un taxi y en escasos minutos estábamos en puerta de la mansión.
Antes de tocar el timbre, sacamos los antifaces de nuestros bolsos.
-          ¿Me reconoces? –preguntamos al unísono. –No. ¡Genial! –respondimos de nuevo a coro.
-          ¿Quiénes sois? –preguntó Daniela al abrir la puerta. Obviamente sabía que éramos nosotras.
-          Somos dos brujas malvadas que te secuestrarán si no nos dejas entrar porque nos estamos muriendo de frío.
-          Te dije que te abrigaras.
-          Nunca perderé el glamur.
-          ¡Chicas! –nos llamó la atención. –Podéis entrar.


Mientras tanto, en otro lugar de Londres…
-          Vamos Harry –insistió Zayn. –levántate de una vez.
-          No quiero. ¿No ves que estoy cansado? Acabamos de llegar de una gira, lo último que me apetece es salir de fiesta.
-          No me importa lo que quieras. Hace meses que no vemos a las chicas y nos han pedido que cantemos en la fiesta. Levántate –continuó Liam.
-          Louis, ayúdame. –pidió Harry algo fastidiado.
-          Lo haría encantado, amigo. Pero Liam y Zayn tienen razón. –echó una mirada cómplice a los dos últimos. –Lo siento –dijo antes de dar la señal para abalanzarse sobre el pobre Harry.
-          ¿¡Pero qué hacéis!? –grito este  exasperado. – ¡Soltadme! –los gritos de Harry alertaron a Niall, que no tardó en aparecer en la habitación con un trozo de pizza en la mano.
-          ¿Qué ocurre? –preguntó con tranquilidad. Pero al ver que ninguno le prestó atención se encogió de hombros y se marchó.
-          Está bien, está bien… -al oír esto, los chicos se quitaron de encima de Harry. –Iré.
-          ¡Recuerda coger tu máscara! –gritó Louis, a lo que Harry respondió con un bufido.
Nada más bajar del pequeño automóvil –para no llamar la atención- se dirigieron hacia el patio de atrás de la casa. Temían ser reconocidos y armar un escándalo en mitad de la fiesta. Por eso, María los esperaba en la puerta trasera de la cocina.
-          Procura acercarte más a la comida que a mi novia –le susurró Zayn a Niall cuando se dio cuenta de que María miraba al rubio. Sí, desde que ______ se había marchado ocurrieron muchas cosas. Una de estas eran los noviazgos de María y Zayn y de Daniela y Liam.
Los chicos entraron y se encaminaron hacia una gran sala de estar donde nadie pudiera darse cuenta de su presencia. Todos menos uno.
-          Niall, por favor, tenemos que terminar con esto.
-          Ahora no es conveniente hablarlo, María. Podrían oírnos.
-          Está bien. Anda, vete ya, que te esperan.
-          Adiós
Después de esperar por Daniela durante media hora, los chicos decidieron salir de la sala, total, si se ponían las máscaras nadie los reconocería. Así que no tardaron en dispersarse por el lugar.

Narra ______

Ya estaba cansada de estar sentada, observando cómo Diana “socializaba” con los chicos del lugar. La mayoría de las personas estaba borracha y eso que solo habían pasado dos horas. La música me ocasionaba dolor de cabeza y algunos individuos ebrios se me acercaban sin ningún pudor a pedirme cosas inapropiadas. Me levanté ya harta de todo y fui hasta una barra en un extremo del salón. La barra estaba casi vacía, la gente se encontraba en la pista, con lo cual no tardaron en atenderme.
-          ¿Qué gustas tomar? –preguntó el camarero con un tono seductor.
-          Lo más fuerte que tengas. –no estaba acostumbrada a beber, pero esa noche lo único que quería era olvidarme de todos y de todo.
-          ¡Marchando! –y no tardó en aparecer un gran vaso con un líquido azulado delante de mí.
No recuerdo cuanto ni qué era aquello que pasó por mi garganta, pero sabía bien y todo lo molesto de la fiesta pareció irse con cada gota de aquel líquido que bebí. Ahora estar en la barra no era divertido, yo quería ir a bailar con todos. Me dejé llevar hacia la pista del centro y comencé a bailar, aunque no sabía hacerlo muy bien, pero en ese momento no me importó, me lo estaba pasando en grande.
-          ¡Eh! –grité, ya que alguien me empujó y su bebida ensució mi vestido. – ¡Mira lo que has hecho, imbécil!
-          ¿¡Yo!? ¿Imbécil? –exclamó el sujeto anónimo indignado. –No soy yo el que está borracho. –No podía distinguir su rostro pues llevaba máscara.
-          ¿Qué voy a hacer ahora con mi vestido? –No sabía si era por el estado en el que estaba, pero de repente sentí unas ganas inmensas de llorar.
-          Bueno, podemos subir a una habitación, te lo quitas y…
-          ¡Eres un sucio! ¡Suéltame! –grité al ver que me sujetó fuertemente del brazo e intentaba llevarme al jardín trasero. -¡Suéltame, imbécil! –entonces cuando estábamos fuera y nadie podía vernos ni oírnos hizo algo que me sorprendió mucho.
-          ¿______, eres tú? –esa voz… claro que sabía quién era. Y lo último que necesitaba para confirmar mis sospechas sucedió. Se quitó la máscara. 


Hola! nuevo capítulo subido :) siento no haber dado señales de vida por aquí pero es que estoy demasiado ocupada con los exámenes y ya tengo ganas de terminar con todo eso... La semana que  viene quizás no suba capítulo, por el mismo motivo: exámenes, más exámenes, trabajos, deberes... así que pido disculpas por adelantado y trataré de subir lo más pronto posible ;) besos <3

4 comentarios:

  1. Me encantaaaaa! Esta genial!. Se, los examenes, te entiendo, suerte con ellos. Besos Pilar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. holaa :) ¡gracias! ^^ si, la verdad es que las clases me están quitando mucho tiempo, pero en cuanto termine todos los exámenes subiré capítulo! besos xoxo

      Eliminar
  2. Hola Daniela. Soy una nueva lectora me encanta tu novela es genial Por cierto cuantos años tienes y de donde eres??' espero nuevo capitulo te entiendo con los examenes yo estoy en 1 de ESO y tu?? para cuando lo tienes programado?? subiras alguno esta semana??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola! Bienvenida :) jaja a ver, te responderé por orden: Tengo 15, dentro de 18 días hago 16. Soy de España, y tú? Esta semana no podré subir capítulo por los exámenes y eso. Estoy en 1º de bachillerato. Suelo subir capítulo cada sábado, pero como mencioné antes, este sábado no podré :) Gracias por pasarte y comentar! besos xoxo

      Eliminar