Capítulo 1 maratón
Las manos me sudaban. Lógico, estaba nerviosa.
Pero el motivo no era justificado. Bajé la ventanilla del coche con sumo
silencio, Harry me observó y rió. Tenía ganas de preguntarle qué era tan
gracioso, pero en lugar de eso abrí la guantera y saqué el guarda CD’s. Música,
eso era lo que necesitaba para relajarme. Algo de The Beatles sería perfecto.
Observaba el paisaje mientras la
melodía de “Yesterday” resonaba en el interior del vehículo. Comencé a tararear
al compás mientras Harry volvía a observarme.
-Me gustaría llegar sana y salva
al “misterioso lugar” donde me llevas. Mira a la carretera, por favor.
-Da igual que te pongas así. No
te diré a donde vamos, es una sorpresa.
-Louis lo sabe, ya no lo es.
-Louis sabe que estamos juntos y
necesito su ayuda.
-Vale.
Se giró de nuevo hacia la
carretera y no hablamos más durante una hora más o menos de viaje. No estaba
enfadada, claro que no. Estaba ansiosa, y tantas ansias me irritaban.
-Lo siento. –dije sin predecirlo.
–No es tu culpa que esté estresada por todo esto de la boda de mis padres.
Así es. Mis padres nos anunciaron
días antes que se iban a unir en el santo matrimonio, muy bonito pero
agobiante. Aunque si ellos eran felices, yo también lo era.
-Tranquila. Sé que tienes ganas
de saber a dónde te llevo, pero tienes que tener paciencia y no tomarla con
Louis. Él no tenía que haber entrado a tu habitación en… ese momento. Pero
sabes cómo es, y ahora está al tanto de todo.
-No me lo recuerdes. No hubo un
momento más vergonzoso en mi vida, aunque sé que podemos confiar en él.
El coche se detuvo delante de una
especie de cabaña.
-Hemos llegado. –Anunció Harry.
-¿Qué es?
-Es la cabaña que me he comprado.
En realidad van a recaudar el dinero para una causa benéfica.
-¿En serio? –pregunté emocionada
y abrazando a Harry. –Eres genial.
-¿Quieres entrar?
-¡Claro! Pero antes me gustaría
saber por qué me has traído.
-¿Entramos?
-Harry… ¿no piensas decírmelo?
-Sí, pero todo a su tiempo. Anda,
ven.
Tomó mi mano y nos encaminamos
hacia la puerta de entrada.
-¿Qué te parece?
-Vaya, es preciosa y muy
acogedora. –De verdad lo era. Mi atención se fijó en la gran chimenea que
alumbraba lo que parecía que era un salón. En frente de esta se encontraba un
enorme sofá de piel repleto de cojines. Corrí hacia él y me zambullí en el
acolchado.
-¿Quieres algo para beber?
-Claro, pero antes quiero…
-apreté uno de los cojines entre mis manos y sonreí maliciosamente –una
¡GUERRA! –sin más me abalancé hacia Harry y comencé a atacarlo con el cojín
mientras me tronchaba de risa.
-Eh, eh, ¡para! –rió. –Así no
vale, yo no tengo algo para defenderme.
-Oh vamos, ¿me vas a decir que el
magnífico Harry Styles tiene miedo de su novia con un cojín?
-¿Qué has dicho?
-Que tienes miedo de un coj…
-No, no, ¿has dicho “su novia”?
-Bueno, eso es lo que soy ¿no?
-Eres mi novia –rió. –Se me hace
tan extraño...cuando te fuiste, pensé que no nos volveríamos a ver y ¡míranos!
Eres mía de nuevo.
-¿Ah sí? –sonreí y le besé.
La sensación de tener sus labios
sobre los míos era inexplicable, una mezcla de adrenalina y ternura,
tranquilidad, furor, algo extraño pero adictivo y que cada vez se volvía menos
controlable.
Besó mi cuello y de allí fue
subiendo hacia mi mandíbula. Luego atrapó mi labio inferior y se detuvo
bastante tiempo en mi boca. Yo lo disfrutaba. Bajó de nuevo a mi cuello
mientras me acariciaba la espalda. Esas suaves caricias que solo me propiciaba
el tacto de sus dedos con mi cuerpo. Un escalofrío recorrió mi columna
vertebral cuando sentí su mano introducirse por debajo de mi vestido ceñido.
Harry se dio cuenta.
-¿Quieres parar?
-No… -jadeé. –no quiero que
pares.
Continuó introduciendo su mano y
pude notar más sus caricias. Entre besos conseguí quitarme la prenda, quedando
en ropa interior delante de él. Por instinto de tapé. Harry sonrió.
-¿Qué pasa?
-Nada… solo me da vergüenza.
-Creí que ya habías superado el
que te vieran desnuda.
-¿Qué?
-Que ya no eres virgen.
-Oh, claro que no lo soy. Anda,
cállate y bésame.
Ahora sin ninguna interrupción
por mi parte, continuamos con nuestro beso.
Se podía notar el ambiente
acalorado de la habitación. La excitación y el nerviosismo nos hacían sudar.
Como pude, le quité la camiseta a Harry y pude observar, más bien, me quedé
anonada, por segunda vez, viendo su dorso desnudo, sin ninguna imperfección y demasiado
bien trabajado. Lo toqué. Hice un recorrido con la yema de mi dedo índice desde
su pecho hasta el borde de sus vaqueros que me impedía completar el camino.
Como si me leyera el pensamiento, se levantó y se deshizo de ellos rápidamente.
Ahora estábamos empatados.
Una melodía familiar hizo que nos
sobresaltáramos. Era mi móvil.
-Oye, no lo cojas. –Harry me
detuvo cuando tenía intención de levantarme.
-Puede ser importante, ¿y si…?
-Nada es más importante en este
momento que nosotros. –sus ojos suplicantes me convencieron.
-Lo apagaré.
El momento cada vez estaba más
cerca y con eso mi ansiedad aumentaba. Ya era demasiado tarde como para
rendirme, los dos carecíamos de ropa y de sentido común, sobre todo de lo
segundo, y sería muy feo decirle a Harry que parase por mi estúpido miedo. Él
me miró con cara de “¿segura de que quieres hacerlo?”. Asentí. Un repentino
recuerdo envolvió mi mente. Era un anuncio de televisión en el que una pareja
patrocinaba el sexo seguro, un anuncio de preservativos.
-¡Harry! Protégete.
-¿Cómo?
-Que los uses, ya sabes… no
quiero quedar embarazada.
-Oh, esto… claro.
Se aproximó al lugar donde
descansaban sus vaqueros y de uno de los bolsillos sacó un envoltorio rosa en
el que se podía leer “Durex”.
-¿Lo sabías?
-No, nunca se sabe. –rió. -¿De
verdad estás segura?
-Sí. –respondí después de
pensármelo durante una milésima de segundo, nada recomendado.
-De acuerdo.
Con sus perfectos dientes abrió
el envoltorio y sacó algo como de látex. Mi miedo no se iba. Pude observar como
se lo ponía y acto seguido se acercaba a mí con esa sonrisa, esa mirada, ese
pelo, tan propio de él… ¡A la mierda el miedo! Quiero hacerlo y lo voy a hacer.
Me abalancé y empujé a Harry
hacia mí, quedando nuestra anatomía casi unida, solo a unos cuantos milímetros
de separación. Otro escalofrío recorrió mi piel formando la famosa “piel de
gallina”. Atrapé los labios de Harry, sus besos me tranquilizaban y la cosa
sería más amena. Era como si nuestras lenguas jugaran y pelearan al mismo
tiempo y en un acto de valentía una palabra salió de mi boca.
-Hazlo.
-Te quiero. –fue lo último que oí
decir a Harry antes de que nos uniéramos completamente.
Primero despacio, muy despacio.
Luego los movimientos fueron más rápidos y el poco dolor que sentí desapareció
por completo sustituyéndose por otra cosa mejor, placer. Se oyó un último jadeo
sincronizado antes de que los dos cayéramos rendidos, hiperventilando y sudando
a mares.
-Yo también te quiero, mucho más.
–conseguí decir antes de quedarme totalmente dormida sobre su pecho, escuchando
los latidos de su corazón. Sonreí, esa fue la mejor noche de mi vida.
Para mi suerte, aquella mañana
era una de esas nubladas y grises. Ni un rayo de sol pudo despertarme de mi
magnifico sueño, solo la voz de Harry tarareando una canción desde algún lugar
de la casa. Me levanté y estiré mis músculos entumecidos por la mala posición
al dormir. Recordé que estaba desnuda al sentir al frío tocando directamente mi
piel, y claro, por el enorme espejo que mostraba mi reflejo. Me tapé con la
sábana que encontré en el sofá y fui en busca de Harry. No me fue difícil
encontrarlo, solo seguí el olor a tortitas y su voz. Estaba en la cocina. Me
quedé en el marco de la puerta observándolo, era tan guapo…
-¿Cómo has dormido? –preguntó con
una sonrisa al verme.
-Como un bebé, pero me hubiera
gustado que estuvieras a mi lado cuando desperté. –se acercó a mí y me envolvió
en sus brazos.
-Nadie nos hubiera preparado
estas deliciosas tortitas. –reí.
-Lo sé, eres el mejor cocinero
del mundo.
-El chef Hargy a su sergvisio,
madame. –dijo con un horrible acento francés.
-¡Vamos, no hagas eso! Es el peor
acento que he escuchado nunca.
-¿De qué hablas? Todas las chicas
en Francia matarían por un novio con este sexy y trabajado acento.
-De eso nada, estás mintiendo.
-¡No! Te digo la verdad.
Mientras discutíamos recordé que
mi móvil estaba apagado y que a lo mejor alguien estaba preocupado. Fui
corriendo en su busca y volví a la cocina.
-¡Madre mía!
-¿¡Qué!?
-Te odio, Harry. Tenías que
haberme dejado contestar. Tengo 36 llamadas perdidas de mi madre y más de cincuenta mensajes de los chicos y
Diana... Ha pasado algo.
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em, hola de nuevo!
je je je
¿Ya habréis visto el capítulo no?
No sabéis la de gif que he encontrado para describir mi estado en este momento... ¿Os imáginais la vergüenza y el orgullo que siento ahora mismo? ¿OS LO IMAGINÁIS?
eu, Louis, gracias.
Orgullo, porque mis dos personajes han tenido su momento, y es como ¡WOW, ya ha pasado! y mi cara sería como la de Niall
Pero luego me acuerdo de que tengo lectoras que leen lo que escribo {*En serio? no lo sabíamos :O*} Y me da MUCHA vergüenza
Y pongo esas caras :`(
Pero al ver esta preciosa imagen, me enamoro y me transformo en Pedobear
En fin, me las piro vampiro
Se os quiere
besitos
comentad
y eso
<3 p="">
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aaa estado genial el capitulo me gusto mucho :)
ResponderEliminar& ojala i no aya ocurrido algo malo :( y pues besos no tardees en escribir de nuevo porfavor :** atte-. luz <3
Hola Luz! me alegro, ¿Eres nueva lectora?
EliminarSiento decirte que los próximos capítulos son muy tristes :(
Hoy sigo!
besoss <3
si soii nueva :) i pues me encanta tu novela esta muy padre y muy bonita :* <3
EliminarMe encanto el cap estuvo precioso
ResponderEliminarMuchisimas gracias :D
EliminarOh Mi Dios ¡HE TENIDO 1313 CON HAROLDO, OH YEAAAAAH! OH SI, OH SI LA LA LA LA ¡HARRY Y YO FOLLAMOS, WOOO! *okay, he perdido mi inocencia y ternura en cuestión de minutos* Bueno ya, ¡soy normal de vuelta! LA LA LA. Ignora la primera parte del pervertivismo, jé. Buaaano, ¡QUE IDIOTA ES RAYIS! VES HARRY, POR ANDAR FOLLANDO PASA ESO (?). Bueno ya, verás, hoy estoy más loca de lo normal, tú simplemente ignora esto. Pero en serio... ¿Qué ha pasado? Oh la intriga me mata... ¡SIGUELA YA ALMENDRITA LINDA! Muchísimos besos :*.
ResponderEliminar:O QUÉ HA PASADO CON MI INOCENTE ALMENDRA *-* sabes, creí que yo era la persona más pervertida de este mundo (no lo reflejo en el blog, aquí me convierto en alguien super tímida e inocente :3) pero es que ahora veo este comentario tan... tan... madre mia que pornosidad JAJAJAJAJAJAJAJAJAJ ha pasado algo triste, te voy a decir que los capítulos que vienen son de lo más triste :(
EliminarHoy la sigo, besooos almendraa :D
Holi<3 Ah me encanta el cap *-* te hago una pregunta, de cuantos capitulos es la maraton? Besotes pilar xoxo
ResponderEliminarHolaa Pilar :) me alegro ^^ ah, se me olvidó decirlo, la maratón la haré de cuatro capítulos, ya que falta poquito para que se termine y no quiero que sea tan rápido
Eliminarbesoos <3