Music

Opinión sobre la novela

sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 12.




Narra Diana:
Estaba bailando con Louis, la verdad me estaba divirtiendo bastante. Este chico es más gracioso en persona. Pero recordé lo del viaje de mi madre. Por un momento me quedé callada y pensativa.
-          Diana, ¿qué te ocurre?
-          Eh… nada, nada tranquilo.
-          No me mientas. De un momento a otro te has puesto distinta.
-          Louis… -agaché la cabeza.
-          Diana, mírame. –él me cogió la barbilla y me hizo que lo mirara a los ojos.
-          Nos quedaremos un año aquí. Un año, ¿sabes cuánto es eso? Mucho. Y yo no quiero.
-          Pero, ¿acaso no te gusta estar aquí? Pensé que conocernos era lo que más deseabas. –dijo Louis con un tono egocéntrico.
-          Y es verdad, lo que pasa es que no podría hacer una vida aquí para luego tener que dejarla.
-          ¿eso es lo que te preocupa? Ven aquí pequeñaja. –me cogió de la cintura y me abrazó tiernamente. –lo único que te tiene que preocupar es el presente. Lo otro se solucionará cuando llegue el momento, pero por ahora disfruta.
-          Lo sé… pero no quiero encariñarme, no quiero hacerlo porque sé que nunca más os volveré a ver. Louis, yo siempre quise venir a Londres, ese era mi objetivo desde que os conocí y mírame. Yo nunca me imaginé que estaría aquí hablando contigo, en tu casa, en tu fiesta. Esto es mucho y me estoy acostumbrando a verte casi todos los días. Yo no quiero irme. Imagínate cuando os vea casi todo los días durante un año. Será horrible tener que irme de aquí…
-          Pero ya te dije que no te preocupes por lo que viene. Solo disfruta de esta noche y todos los días que estarás aquí. No te arrepentirás.
-          Bueno, lo haré. Pero solo porque tú lo dices. –nos abrazamos y permanecimos así durante mucho tiempo.

Fin de la narración.
Volví con Liam. Niall se había ido, para mi sorpresa. Estaba hablando con Zayn y María.
-          Aquí tienes tu bebida.
-          Gracias. No deberías seguir bebiendo eso si no quieres volverte una alcohólica.
-          Vamos Liam, yo no suelo beber y esta es solo la segunda copa. Además no eres mi pa…
-          ¿tú qué?
-          Nadie
-          Ibas a decir tu padre… ¿por qué no has acabado la frase?
-          No te incumbe. Hablemos de otra cosa, por favor.
-          De acuerdo. Pero prométeme que algún día me lo contarás.
-          Te lo prometo chico sacapuntas.
-          Así me gusta. ¿te gusta Harry?
-          ¿qué?  ¿A qué viene eso?
-          No has querido hablar antes, pero ahora sí. Vamos responde.
-          Liam, es pronto para que me guste Harry. No lo conozco casi nada.
-          Pero lo miras mucho. No has hecho otra cosa esta noche.
-          Bueno, la verdad es que es un chico muy agraciado. Pero nada más que eso. Un momento ¿estás celoso?
-          ¿¡qué!? Pufs, ¿celoso yo? No, ni hablar.
-          Tendré que creerte.
-          No estoy celoso.
-          Sí, claro Liam.
-          ¡qué no estoy celoso!
-          Claro…te creo.
-          Pues deja de decirlo con ese tono.
-          Bueno, relájate ya…celoso. –murmuré.

La fiesta acabó y las chicas y yo nos fuimos a nuestras respectivas casas. Por suerte, ninguna terminó borracha.

-          ¿Qué tal ha ido la fiesta? –preguntó la tía Melisa cuando nos vio entrar a casa.
-          Ha estado bien. ¿Qué haces despierta?
-          Esperarlas. Ahora me voy a dormir, mañana tengo que trabajar. Buenas noches, criaturas.
-          Buenas noches tía, duerme bien. –la tía Melisa se fue y aproveché para preguntarle a Diana que tal le fue, ya que casi no estuve con ella durante la fiesta.
-          Y, ¿Cómo te ha ido?
-          Bien, ¿y a ti?
-          Igual. ¿No me vas a contar como te fue con Louis?
-          No paso nada ______, además ¿Qué se supone que quieres qué pase? Louis podría ser mi padre.  Bueno, no tanto, pero por lo menos un hermano mayor.
-          ¿Cuántos años tiene?
-          19
-          ¿¡qué!? Pensé que tendría por lo menos mi edad. Entonces espero que no pase nada.
-          Quédate tranquila. ¿y Harry? ¿Qué has hecho con él en la cocina?
-          Tragarme una aspirina.
-          Ja-Ja. En serio.
-          Nada, no ha pasado nada. De verdad.
-          No sé por qué pero no te creo.
-          Pues no lo hagas. –era cierto, no había pasado nada, aunque si no fuera por mis habilidades para escapar de situaciones incómodas podría haber pasado algo.
-          Me voy a dormir. ¿vienes?
-          Sí, estoy muy cansada.
Nos cambiamos y caímos rendidas rápidamente. Esa noche había sido agradable. Pero no la mejor de mi vida. Así que María perdió la apuesta. Qué bien sabe la gloria. Aunque me gustaría haberme divertido más.

-          ¡Buenos días! –dijo Diana acercándose a mi cama.

-          Buenos días…  ¿Qué hora es?

-          Las ocho.

-          Diana, ¿Cómo se te ocurre despertarme a esta hora?

-          Hoy es un día muy especial.

-          Sí. El día de dormir más porque la noche anterior hubo fiesta.

-          No me puedo creer que lo hayas olvidado…

-          ¿olvidar qué?

-          Piensa un poco.

-          ¿Te refieres a esto? –pregunté sacando una caja envuelta con papel de regalo de debajo  de mi cama.

-          ¡te has acordado!

-          ¿Cómo iba a olvidar el cumpleaños de mi querida hermanita?

-          ¿Te he dicho alguna vez que te quiero?

-          En todos tus cumpleaños.

-          Te quiero, te quiero, te quiero. -¿Qué es esto?

-          ¡Ábrelo!

-          Wow, ¿Cómo has sabido que quería este precioso vestido?

-          Porque el día que lo viste en el centro comercial no parabas de insinuarlo.

-          Muchas gracias, eres la mejor.

-          Si, si, la mejor. Ahora déjame dormir dos o tres horas más. Luego iremos a desayunar a alguna parte y pasaremos todo el día juntas.

-          Me parece bien. ¡voy a probarme el vestido!

Diana se marchó muy contenta y yo rápidamente estaba de vuelta en mis sueños.


No hay comentarios:

Publicar un comentario