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Opinión sobre la novela

martes, 4 de septiembre de 2012

Capítulo 8.


-         -Ya dejad de mirarme así, me estáis asustando. Como decía, ellos solamente os quieren porque vosotras y todas las demás chicas directioners, les dan fama ¿no os dais cuenta? Sin vosotras no tendrían nada. Sin vosotras, el rollito de las zanahorias y las cucharas no existiría…

-           
             En realidad las zanahorias son muy sanas. –Dijo una voz a mis espaldas a la que no presté atención.
-          Y las cucharas no son tan inofensivas. –añadió alguien.
-          ¿Me vais a dejar terminar? –pregunté sin darme la vuelta.
-          Uhm, ______ creo que deberías dejar el discursito para otro momento. –me dijo María.
-          No. ¿Por qué? Porque no tendrían a quien engatusar ¿entendéis? Si ellos no fueran famosos pero aún así os tuvieran a vosotras, no os prestarían tanta atención. Creedme.
-          ¡______! –volvió a gritar María.
-          ¿¡qué!? –exclamé frustrada mientras me daba la vuelta. -¿Acaso no me vais a dejar…
-          Hola –dijeron cuatro chicos sonrientes.
-          …terminar? –mierda.
-          Disculpadla, está algo cansada por el viaje y últimamente desvaría mucho. –dijo Diana sacándome de allí.
-          Yo no desvarío. ¿Qué te pasa?
-          No. ¿Qué te pasa a ti? Es la primera y quizás la única vez que estoy delante de mis ídolos y tú lo estropeas por tu estúpido afán de creer que ellos son unos divos. Eres una egoísta, en vez de pensar todo el día en lo que tú crees, déjame disfrutar por una vez.
-          Lo…lo siento.
-          No, ya estoy cansada de perdonarte. Ahora si no te importa, me voy a saludar a mis ídolos como es debido.
-          Diana…
-          ¡oh dios mío! ¡Es One Direction! Aaaaaaah
-          Creo que yo no tengo nada que hacer aquí.
-          No, espera, no te vayas. –dijo alguien reteniéndome. –un momento, tú eres la chica que hablaba raro en la firma de autógrafos de (tp)… -Wow ¿tengo que estar asombrada porque se acuerda de mi?
-          Y tú eres el chico sacapuntas.
-          Me gustaba tener el lápiz afilado en la escuela…
-          Qué bonita historia, adiós.
-          No, no te vayas. Yo no creo que pienses todo eso de nosotros.
-          Pues deberías ser más crédulo, porque todo es verdad.
-          No…
-          Sí.
-          No.
-          Sí.
-          ¿te das cuenta de que parecemos niños?
-          Sí.
-          Ya cállate y ven con nosotros.
-          Solo obedeceré órdenes de mis ídolos. Y en este caso no eres tú.
-          Me da igual. Vamos. –me agarró del brazo y me llevó a rastras a donde se encontraban los otros chicos y mis amigas.
-          Chicos, ella es ______ y se siente muy apenada por lo que ha pasado antes.
-          ¿qué? Estás loco si crees que… ¿y tú como sabes mi nombre?
-          Lo he oído. Ahora discúlpate.
-          Nunca mientras viva.
-          Vamos ______, todos cometemos errores. Solo tienes que pedir perdón.
-          Ojalá tuviera una enorme cuchara en este momento.
-          Vamos, no lo harías.
-          Te sorprendería lo que soy capaz de hacer.
-          Solo discúlpate.
-          Lo siento. –susurré.
-          ¿Qué? No te he oído.
-          ¡Lo siento, he dicho que lo siento! –no me puedo creer lo que acababa de hacer.
-          Eso era lo que quería oír. Ahora hagamos borrón y cuenta nueva.
-          Hola chicos, yo soy ______. Os vi en una firma de autógrafos y no soy fan.
-          Me conformo. Yo soy Liam, amo decir “sacapuntas” y tengo un gran terror a las cucharas.
-          Yo me llamo Louis –dijo un chico sonriente. ¿te gustan las zanahorias?
-          Si…
-          ¡Bienvenida al club de mis mejores amigos!
-          De acuerdo…
-          Yo soy Zayn. ¿me veo bien? ¿tienes algún espejo? ¡Oh dios mío me he despeinado!
-          Esto cada vez es más raro.
-          Yo soy Niall. Vivía en Irlanda y… ¿eso que huele es pollo frito?
-          Niall es el fan número uno de la comida. –dijo Louis.
-          Esperad, ¿y Harry? –preguntó el chico rubio
-          No lo sé… quizás se haya ido con una chica. Ya sabéis como es. –dijo Liam.
-          Bueno chicos…y chicas –comencé a decir para captar la atención de todos. –ha sido muy emotivo el encuentro, pero creo que ya debemos irnos. Es tarde y la tía Melisa se preocupará.
-          ¿os llevamos? –se ofreció a decir Liam.
-          Uhm…SsssNO.
-          Genial, vamos al coche.
-          He dicho que no. Y creía que los famosos iban en limusina a todas partes.
-          Yo estoy seguro de que prefieres que las lleve yo a un extraño. Y tenemos un coche para no dar la nota en limusina.
-          No quiero que un famoso me lleve a casa. Por lo menos no tú.
-          ¿me puedes decir cuál es el problema que tienes conmigo?
-          No tengo ningún problema contigo, ni con nadie.
-          Pues no es lo que das a entender.
-          Me resbala lo que entiendas.
-          Tienes un problema, he dicho.
-          Déjame en paz.
-          No.
-          Sí.
-          No.
-          ¡Ya callaos los dos de una vez!- gritó Zayn. –intento peinarme y me desconcentráis. –Todos nos reímos ante ese comentario.
-          Zayn, te ves perfecta. –dijo Louis. –Más hermosa que Diana. –dios mío. La cara de mi hermana fue épica. Una mezcla de enfado y vergüenza.
-          ¡Oye! –se quejaron los dos.
-          Bueno, vámonos.
Liam me agarró del brazo y me llevó hasta el coche mientras los demás caminaban tranquilamente.
-          No hace falta que “me lleves cuidadosamente de la mano” –dije añadiendo las comillas a esta última frase. –no soy una niña pequeña.
-          Es para que no tengas la posibilidad de escapar.
-          No me iré. ¿ahora me sueltas?
-          Muy bien. Podríamos empezar como es debido ¿Sabes?
-          No.
-          Pero es que no te entiendo. Eres una buena chica, ¿por qué te comportas así conmigo?
-          Que sabrás tú como soy yo. Mira, Liam, yo me comporto igual con todo el mundo…
-          Eso no es cierto. Sé que le diste tu entrada a Daniela, has sido muy generosa.
-          Está bien, me caes como una patada en el estómago. No solo tú, sino tu séquito también. Me parece que sois unos divos y solo usáis a vuestras fans por la fama, como todos los famosos. La única banda que idolatraré en mi vida será McFly y nunca, nadie me hará cambiar de opinión. La verdad no sé por qué te cuento todo esto si seguramente mañana no te acordarás de mí, pero de todas formas… ¿quieres que seamos amigos? De acuerdo. –le estreché la mano. –AMIGOS.
-          ¿De verdad?
-          NO. –el me miró atónito. – ¡que estoy bromeando chico sacapuntas!
-          Eres un poco bipolar…
-          Si quieres ser mi amigo, tendrás que acostumbrarte.
-          Lo haré. Ahora ¿me puedes decir dónde vives?
Le di la dirección del apartamento de la tía Melisa mientras esperábamos a los demás. María se había quedado con su padre, no me pude despedir de ella…lástima. Pero aún así tenía su número. Podría llamarla. Mis pensamientos se vieron abrumados por las carcajadas de los chicos. Me fijé en que había uno más ¿sería Harry? Era bastante guapo. Bueno, en realidad todos lo eran. Pero jamás lo admitiría, soy demasiado orgullosa como para hacerlo.
-          ______...______...¡______!
-          ¿¡qué!? –pregunté volviendo a la Tierra. ¿Qué pasa?
-          Él es Harry. –Niall señaló al chico nuevo. Vaya ojazos que tenía… y su pelo, su pelo era demasiado… un momento ¿Qué estoy haciendo? ______, olvídate de esos pensamientos.
-          Un placer, yo soy ______ -dije tendiéndole la mano.
-          El placer es mío. –él tomó mi mano y la besó. Oh dios mío, esto se me está yendo de las manos. Sé fuerte ______, tú puedes.
-          Ya dejad las babosadas. –interrumpió Louis. –vamos a dejaros a casa, o… ¿ preferís veniros de Party Hard con nosotros?
-          ¿Fiesta? ¿por qué? –preguntó Daniela.
-          Este ha sido nuestro último concierto antes de las vacaciones y tenemos que celebrarlo de alguna forma.
-          ¡sí! Será divertido. –dijo Diana.
-          Yo me apunto. –añadió Daniela.
-          No… no creo que sea una buena idea, paso.
-          ¡oh vamos! –exclamaron todos. – no seas aguafiestas, nunca mejor dicho.
-          No soy aguafiestas, soy sensata. Podéis ir vosotros.
-          No será lo mismo sin ti pero… si insistes.
-          Vaya hermana más… ¿generosa?
-          Vente.
-          No. Yo me quedo en casa cubriéndoos. –olvidé mencionar que Daniela se quedaría a dormir en casa.
-          Bueno, está bien. Pero te arrepentirás.
-          Estoy segura de que no.
Los chicos me llevaron a casa. Tal vez parezco una persona aburrida, pero a mí me gusta ser así. Además, si la tía Melisa las descubre, soy yo quien les salvará el pellejo.
Pobre María, a ella le hubiera gustado irse de fiesta. ¡Tengo una idea! Mañana la llamaré para quedar y tomar algo. Seguro que le apetece.
Entre tantos pensamientos, comencé a rellenar la cama de diana con almohadas y dejé la ventana de nuestra habitación abierta (que justamente daba a la calle y era un primero) ellas se quedarían un rato,  y luego los chicos las traerían de vuelta. Me puse el pijama y me metí en mi cama para caer lentamente en los brazos de Morfeo.

 Holaaa!! :D aquí os dejo el capitulo 8. Creo que ya no hace falta decir que espero que os guste. A mi me ha parecido divertido, pero esa es mi opinión y no cuenta jaja es el capítulo más largo hasta ahora y bueno...espero que disfrutéis leyendolo tanto como yo escribiendolo ;) saludoss xx:D

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